Vamos sobreviviendo al verano y a sus afectos secundarios... jeje
Solo quedan dos semanas para acabar el curro y tener mis vacaciones (ansiadas vacaciones a decir verdad, ya que desde diciembre no he parado de trabajar), pero tengo una sensación agridulce en el cuerpo, por una parte estoy contenta por acabar de trabajar y tener unos cuantos días libres, pero por la otra parte estoy preocupada porque veo que se acerca el día 17 de septiembre, día en el que dejaré Ibiza y me iré a vivir a Palma de Mallorca. Ibiza es muy bonita y tiene muchas cosas que no se pueden encontrar en otras partes del mundo, pero carece de una universidad en condiciones,y la carrera que quiero hacer yo no la hacen aquí, así que me tengo que marchar fuera para estudiar. El problema no lo tengo con el hecho de tener que cambiar de ciudad, sino en que Susu, mi Susu, se va a Barcelona y no quiero que llegue ese día.
Las relaciones a distáncia siempre son complicadas y no quiero que nuestra relación padezca ni una sola fisura por este hecho, Susu lo es todo para mi, sin ella no existe nada. Ya estube viviendo unos meses en Barcelona y tuve que volver porque no podía estar sin ella, desde de que regresé hemos estado juntas prácticamente cada día y pensar que ahora todo cambiará me asusta; además ya se sabe como es la vida de estudiante, mucha gente nueva, muchas cosas nuevas y yo no puedo evitar ver cierto riesgo en todo esto.
Quedán exactamente 30 días para irme, así que este último mes quiero aprovecharlo al máximo, quiero disfrutar de Ibiza, mis amigos, mi família y por encima de todo de Susu.